PROYECTO 8
Proyecto REPANA: Red de puntos de alimentación para aves necrófagas amenazadas
AMUS comenzó hace años, y en colaboración con la DGS de la Junta de Extremadura, a gestionar un muladar en las sierras centrales de Badajoz (ZEPA Sierra Grande de Hornachos) con el objetivo de paliar la escasez de alimento de calidad disponible para las aves necrófagas y carroñeras oportunistas y al mismo tiempo monitorizar sanitariamente a los ejemplares, así como favorecer la nidificación en la zona del buitre negro (Aegypius monachus). Con el tiempo, y gracias a entidades como la Fundación Biodiversidad y la Fundación Banco Santander, y en colaboración con los respectivos ayuntamientos, llegaron los muladares de Oliva de la Frontera y Valencia del Mombuey.
Estos tres puntos de alimentación, integrados en la red de alimentación de especies necrófagas del gobierno de Extremadura, se rigen por un sistema de aportes aleatorios (eventos de mortalidad natural en ganado ovino o caprino) basado en la colaboración con pequeñas explotaciones ganaderas y sociedades de caza, con las que se pretende crear conciencia y retomar en la medida de lo posible el sistema de aporte de biomasa tradicional. Además, se busca favorecer a especies más sensibles a esta escasez de alimento, como son el milano real, el buitre negro o el alimoche; especies diana de algunos de nuestros proyectos de conservación. Se pretende también, con estos puntos de alimentación suplementaria, facilitar una “conexión” de colonias separadas y favorecer en cierto modo la reproducción de estas especies catalogadas como amenazadas.
Los muladares son una importante fuente de información, y suponen la plataforma de diversos proyectos de investigación y conservación que llevamos a cabo, facilitando las acciones de marcaje y control. Además, mediante cámaras monitorizamos y estudiamos el uso que hacen las diferentes especies e individuos que acuden a los mismos, que principalmente son: buitre negro (Aegypius monachus), buitre leonado (Gyps fulvus), milano real (Milvus milvus), milano negro (Milvus migrans), cuervo (Corvus corax), águila imperial ibérica (Aquila adalberti) y alimoche (Neophron percnopterus).
Queremos destacar y dar a conocer el importantísimo valor de los servicios ecosistémicos que proporcionan las aves necrófagas en nuestros campos, que desde la cima de la pirámide ecológica (y de modo gratuito) minimizan el riesgo de propagación de enfermedades.