PROYECTO 11
Seguimiento con
emisores GPS
Los emisores GPS (Global Positioning System) han revolucionado el estudio de los movimientos de los animales silvestres y brindando una herramienta invaluable para comprender sus patrones de migración, comportamiento y uso del hábitat [1]. Otros métodos de seguimiento, como el uso de marcas físicas o el avistamiento directo, presentan limitaciones en cuanto a la cantidad y calidad de los datos recopilados, así como la falta de datos intermedios entre dos puntos alejados en el espacio. Con los emisores, se puede adquirir información detallada sobre la ubicación, velocidad, altitud y dirección de los animales en diferentes momentos del día y en diferentes períodos del año. Esta información es fundamental para comprender los patrones migratorios, la selección de hábitat, la interacción entre especies, el comportamiento reproductivo y otros aspectos clave de la ecología animal. Los datos de los emisores GPS también pueden revelar cómo los animales responden a cambios ambientales, a la disponibilidad de alimentos, a la alteración del paisaje y al cambio climático [2].
Desde AMUS se reconoció el valor de los dispositivos GPS en la obtención de información valiosa sobre la adaptación de los ejemplares liberados tras su recuperación en el hospital de fauna. En el año 2014, se colocaron los primeros emisores a dos individuos de especies diferentes: un alimoche y un águila real. De estos, el alimoche, bautizado como Tizón, se ha convertido en el ejemplar más longevo con emisor registrado desde AMUS. Desde entonces, más de 15 ejemplares han sido equipados con dispositivos GPS. Un ejemplo destacado es el proyecto LIFE Eurokite, destinado, entre otras cosas, a conocer las principales causas de mortalidad del milano real (Milvus milvus, L.).
Estos datos son de gran importancia, ya que brindan información precisa sobre la utilización del hábitat por parte de esas especies, lo que contribuye a la implementación y mejora de medidas de conservación tanto en áreas protegidas como en aquellas que aún no cuentan con medidas de protección adecuadas pero que potencialmente representan un problema para la conservación de las especies. De manera paralela a esta información sobre las amenazas y la ecología de estos ejemplares aporta mucha luz sobre la idoneidad de los procedimientos biomédicos empleados en el hospital.
REFERENCIAS
[1] Cagnacci, F., Boitani, L., Powell, R. A., et al, (2010). Animal ecology meets GPS-based radiotelemetry: a perfect storm of opportunities and challenges. Philosophical Transactions of the Royal Society B, Biological Sciences, 365(1550), 2157-2162.
[2] Kays, R., Crofoot, M. C., Jetz, W., et al, (2015). Terrestrial animal tracking as an eye on life and planet. Science, 348(6240), aaa2478.
Imágenes: mapas de movimientos de Tizón, un ejemplar de alimoche con dispositivo GPS desde 2014, gracias a los datos obtenidos del emisor.