Esta rapaz ligada al cereal de secano depende de prácticas agrícolas responsables.
Por eso, desde AMUS, junto a la Junta de Extremadura y el Grupo Extremeño de Aguiluchos GEA, localizamos, marcamos y protegemos sus nidos para evitar su destrucción durante la cosecha.
Ya llevamos cerca de 300 nidos detectados, y más de 100 protegidos gracias a acuerdos con agricultores comprometidos.
Aun así, el número de nidos es menor al esperado. El aguilucho cenizo sigue en declive. Por eso, el proyecto LIFE SOS Pygargus trabaja para revertir esta tendencia y unir conservación y agricultura sostenible.



