En julio no cesan los ingresos ni el trabajo en el centro de AMUS. Este mes superamos los 300 ingresos. El volumen de huérfanos de vencejos comunes y pálidos (Apus apus y Apus pallidus) y aviones comunes (Delichon urbicum) se reduce, aunque no cesa, dando paso a otras especies como cernícalos vulgares y primillas (Falco tinnunculus y Falco naumanni) y cigüeñas blancas (Ciconia ciconia).
Además, este mes ha ingresado un juvenil de águila pescadora (Pandion haliaetus) que sufrió una electrocución, en un poste eléctrico muy cercano al nido. Por suerte y tras un intensivo tratamiento, curas y cuidados ha sido puesta en libertad en la zona dónde se encontraba su nido.
Otro de los ingresos estrella de este mes ha sido un juvenil de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) que se recupera rápidamente en nuestras instalaciones y podrá ser devuelta al medio muy pronto.
En este mes de julio hemos podido liberar también los pollos de aguilucho cenizo (Circus pygargus) de la temporada. Doce ejemplares fueron provistos por emisores GPS y anillas para su seguimiento.
La unidad de hospitalización de AMUS tampoco ha estado tranquila este mes, con varias cirugías, tratamientos y casos complicados. A final de mes ingresó este galápago leproso (Mauremys leprosa) al que se le había quedado enganchado un anzuelo y hubo que retirarlo en quirófano. Por suerte el ejemplar está comiendo de nuevo con normalidad y se recupera lentamente de sus heridas.