En la campaña de salvamento de aguiluchos, el mes de junio comenzó con el bullicio de las cosechas, mientras en los campos continuábamos el minucioso trabajo de marcar nidos. Sin embargo, algo cambió este mes. Las temperaturas descendieron y las cosechas se ralentizaron, acompañadas por un par de tormentas estivales que detuvieron casi toda actividad.
No obstante, no todo quedó paralizado. Muchos de los pollos de aguilucho que se encontraban en los cereales lograron alzar vuelo antes de que muchas cosechas comenzaran, un evento inusual para esta
época del año, pero que ha resultado en una sorprendente y elevada supervivencia para esta nueva generación.