La fauna salvaje se enfrenta a un mundo cada vez más antropizado.

Sobrevivir en la naturaleza ya es una tarea compleja, eso sumado a las amenazas humanas con las que se encuentra, lo hace mucho más difícil.
Muchas de estas amenazas son involuntarias o surgen como consecuencia indirecta del uso del espacio por el ser humano. Pero en este caso, venimos a denunciar los disparos con armas de fuego en especies protegidas por normativa ambiental autonómica y europea.
En las últimas semanas y coincidiendo con la temporada de caza, han ingresado en AMUS un águila calzada (Hieraaetus pennatus) herida y un ibis eremita (Geronticus eremita) muerto, ambos tiroteados. Este último, una especie muy amenazada y en la cual, se está invirtiendo mucho esfuerzo en recuperar su población en la Península Ibérica.
Hace unos meses también nos llegó un ejemplar de cigüeña (Ciconia ciconia) con un tiro en el ala izquierda.
Desde AMUS condenamos el uso indebido de armas de fuego sobre especies amparadas por la ley.