El mes de mayo trajo nuevos avances para el proyecto COREBE.
Nuestras instalaciones ya disponen de un sistema de videovigilancia en casi todas las instalaciones de hospitalización y rehabilitación del centro de recuperación de fauna silvestre de AMUS. Esto nos permite tener un control personalizado del comportamiento de nuestros pacientes desde el ingreso hasta el momento de su liberación.
Este proyecto nos permitió también la captura de 38 ejemplares de buitre leonado (Gyps fulvus) para su marcaje e identificación de modo, en los cuales 5 fueron provistos de un emisor GPS. Pudimos también tomar muestras biológicas con el objetivo de hacer un control de agentes infecciosos, metales pesados y agentes farmacológicos de uso veterinario en una especie centinela de nuestro ecosistema.
A lo largo de este mes, pudimos terminar de desarrollar una base de datos personalizada a las necesidades del hospital de fauna de AMUS, con el objetivo de llevar un seguimiento archivamiento de datos mucho más detallado de cada paciente y sus intervenciones. Esto nos permite detallar particularmente el uso de antimicrobianos, lo que es de gran utilidad en a la lucha contra las resistencias frente a los antibióticos, recogidas en el Reglamento (UE) 2019/6 sobre medicamentos veterinarios y dentro del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) para reducir el uso de estos fármacos o adaptar mejor su uso a cada caso.
Es fundamental conocer el grado de adaptación de los animales que devolvemos a la naturaleza de cara a testar las técnicas empleadas en el hospital. Por coherencia y por conocer exactamente nuestra contribución a la recuperación de la biodiversidad, además de identificar, cuantificar y reducir las amenazas, estamos liberando ejemplares recuperados en AMUS que vayan provistos de un emisor gps. En el mes de mayo se liberó un alcaraván (Burhinus oedicnemus), un águila culebrera (Circaetus gallicus) y un aguilucho lagunero (Circus aeruginosus).