La primavera ya empezó en el centro de recuperación de fauna silvestre de AMUS y con ella empieza nuestra época de más trabajo. En mayo es cuando empezamos a recibir más llamadas de ayuda por parte de los ciudadanos que, al ver un animal en peligro, nos piden ayuda para atenderlo.
A lo largo del mes de mayo tuvimos casi 300 ingresos, desde las más pequeñas a las más grandes aves, mamíferos, reptiles y también anfibios.
Tuvimos también la oportunidad de liberar varios ejemplares, después de largas estancias en el hospital como fue el caso de un águila culebrera (Circaetus gallicus) que ingresó víctima de un grave traumatismo que le originó una fractura en el ala. Pudimos también devoler la libertad a un aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) que ingresó tras ser disparado, causándole fracturas también en su ala, dos alcaravanes (Burhinus oedicnemus) que fueron criados por el departamento de cría del hospital de AMUS, un búho real (Bubo bubo) víctima de atropello que le originó problemas oftálmicos, erizos (Erinaceus europaeus) y decenas de aviones, vencejos y mucho más.